Las Tablas de Daimiel
Es el último lugar del mundo donde se puede ver un ecosistema de tablas fluviales, donde las aguas salobres del río Cigüela, y las dulces del Guadiana, quedan retenidas en una llanura sin pendientes. Es el humedal perfecto, que permite descubrir animales y plantas que crecen ligados al líquido elemento. En especial, un sinfín de aves que ocupan intensivamente el parque: Garzas, somormujos, patos colorados, porrones europeos, y muchas otras, que convierte a las Tablas de Daimiel en un observatorio de importancia internacional. Su paisaje también es único por los tarays, únicos árboles presentes. Habitado ya en la Edad del Bronce, el parque llegó a tener 14 molinos de agua y fue lugar de pesca y caza intensiva. Puede visitarse el Centro de Visitantes Molino de Molemocho. Se recomienda llevar prismáticos, cámara de fotos, calzado cómodo y ganas de disfrutar de la Naturaleza.